La magnetoterapia es un tratamiento terapéutico dentro de la fisioterapia con numerosos beneficios para nuestro sistema musculoesquelético.Se coloca en el ámbito de la terapia física, ya que utiliza campos magnéticos pulsados (CEMP Campos Electromagnéticos Pulsados o PEMFs Pulsed Electro Magnetic Fields) que bioestimulan las células del cuerpo, restableciendo el correcto potencial eléctrico intra/extracelular perdido a consecuencia del traumatismo o enfermedad con fines terapéuticos y curativos.Más simplemente, cada célula de nuestro cuerpo tiene una cierta carga eléctrica, que en caso de trauma o patología, tiende a disminuir y se convierte en la causa de la inflamación y el dolor. Por lo que estos campos electromágneticos pulsados restauran la polarización celular correcta y por tanto su correcto funcionamiento biocelular.La magnetoterapia hace efecto sobre el metabolismo del calcio en hueso y sobre el colágeno, estimulando la osificación, la cicatrización de fracturas, la relajación muscular, la vasodilatación local con efecto trófico, el efecto antiinflamatorio, el efecto de regulación circulatoria y el efecto analgésico.La aplicación se realiza mediante imanes de alta o baja frecuencia según la patología que se vaya a tratar. La magnetoterapia siempre debe ser recetado o recomendado por un médico especialista.
La frecuencia (Hz) es el número de impulsos por segundo. La intensidad se mide en Gauss (G).
Debemos saber que la emisión del campo magnético se produce a una frecuencia determinada, más precisamente en el orden de 5-100 Hz para modelos de baja frecuencia, y en el orden de varios MegaHz para modelos de alta frecuencia.
Magnetoterapia de baja frecuencia (Hasta 100Hz)
Los dispositivos de magnetoterapia de baja frecuencia pueden curar un rango más amplio de patologías y en un tiempo significativamente más corto ya que están indicados para el tratamiento de enfermedades que afectan a tejidos duros y estados inflamatorios. Con estos dispositivos de baja frecuencia podríamos tratar fracturas de huesos.
De hecho, tratar enfermedades en los huesos, como fracturas del fémur o la cadera con un dispositivo de alta frecuencia, podría obligarnos a realizar terapias muy largas e ineficaces, con tiempos de recuperación que también pueden duplicarse en comparación con una frecuencia baja.
Magnetoterapia de alta frecuencia (Entre 18 y 900MHz)
El modelo de alta frecuencia funciona mejor con tejidos blandos como tendones y cartílagos. Se basa en la emisión de pequeñas ondas de radio de alta frecuencia pero baja intensidad (pocos milivatios) que son adecuados para el tratamiento de enfermedades que afectan a los tejidos blandos.
En general, para una buena compra será suficiente asegurarse de que el dispositivo proporciona programas con frecuencias ajustables o que automáticamente respeten las indicaciones del especialista según la patología a tratar.
Si su médico no le ha dado indicaciones precisas sobre el poder de su magnetoterapia, puede seguir esta tabla como guía general, no obstante, es preferible que lo consulte con un profesional de la salud especializado.
En cualquier caso, en áreas grandes y más profundas, es mejor configurar 60-70 Gauss. Nuestra construcción también afecta y cuanto más robusta sea, más potencia necesitará.
También debe tener en cuenta el tipo de accesorio que está utilizando : de hecho, cuanto más se localice el tratamiento y, por lo tanto, los imanes cerca del área a tratar, se necesitará menos potencia, en lugar de eso será mejor aumentarlo.
La frecuencia es ciertamente un parámetro importante, que se establece correctamente dentro de ciertos intervalos, sin embargo, se convierte en secundario para un excelente resultado de la terapia.
Puede esperar sentir algo o tener sensaciones en la parte tratada mientras realiza la magnetoterapia. En realidad, la emisión del campo electromagnético no produce ninguna sensación porque nuestro cuerpo no puede percibirlo.
Sin embargo, puede sentir algo de calor debido al solenoide que, después de unas horas, tenderá a calentarse un poco. Hasta la fecha, no se han documentado más efectos indeseables derivados del uso de magnetoterapia, por lo tanto, cualquier efecto indeseable que usted deba informar inmediatamente a quienes le suministraron el aparato para verificar su correcto funcionamiento, y a su médico para exponer los efectos indeseables percibidos.
Los dispositivos de alta frecuencia son más económicos, podrían ser la mitad de un dispositivo de baja frecuencia, por lo que si quieres tratar las enfermedades crónicas leves como la artrosis, la artritis o pequeñas inflamaciones locales que se tratan con una magnetoterapia de alta frecuencia puede ser la mejor opción.
Pero si queréis alquilar un dispositivo de magnetoterapia por un periodo de 30-40 días, siempre es mejor uno de baja frecuencia, ya que como hemos comentado, el tiempo es más corto y la terapia es efectiva en tiempos razonables.
Los principales efectos y beneficios de la magnetoterpia son los siguientes:
¿Para quién se recomienda?
Pacientes con patologías del tejido óseo como fracturas, artrosis o estados inflamatorios como tendinitis, espondilitis, citalgia, contracturas, contusiones, lumbalgia, en patologías que causan inflamación y en la cicatrización de los tejidos. Es especialmente efectivo en el tratamiento de cuadros de dolor como consecuencia de inflamaciones aunque puede emplearse para solucionar un gran número de enfermedades que afectan al sistema musculoesquelético gracias a sus escasos efectos secundarios.
Para conseguir unos resultados óptimos con las sesiones de magnetoterapia es necesario realizar ciclos diarios de una duración mínima de 2 horas y en torno a los 40-60 días. Si es necesario el tratamiento se podría repetir varias veces al año como en el caso de la artritis, artrosis, dolores articulares o musculares, por ejemplo.
La principal duda de muchas personas es si los dispositivos de magnetoterapia tienen contraindicaciones o si pueden ser perjudiciales para la salud, pero hacer ciclos al tratar una patología con magnetoterapia no es un tratamiento invasivo para el cuerpo ya que los campos emitidos por el solenoide no son ionizantes y no son absorbidos por los órganos ni tejidos internos (por ejemplo los rayos X si son ionizantes y por lo tanto peligrosos para la salud).
Sin embargo hay casos particulares que no se recomienda su uso como pueden ser:
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